16 agosto 2012

Ricardo Alemán critica a #YoSoy132


Con una ligereza increíble, Ricardo Alemán habla de los supuestos "recursos ilimitados" de #YoSoy132, cuando la verdad es que la publicidad del movimiento, en su mayoría se elabora con hojas, folders, cartulinas o cualquier material que se tenga a la mano, incluso reciclado.

Si en realidad quiere hablar de recursos ilimitados, podría mencionar los que destina el PRI a sus campañas, de lo cual, el señor Alemán no dice una palabra.

Me viene a la mente, los aproximadamente 400 camiones que este partido político envió al Estadio Azteca con cerca de 16000 simpatizantes, entre los cuales, por supuesto iban golpeadores, que precisamente eso hicieron: golpear a miembros de #YoSoy132.

Incidentes como este, antes y después se han replicado a lo largo y ancho del territorio nacional, lo mismo en Orizaba, que en Colima, en Sonora, o en Guadalajara, en el metro del DF, o en el mismo Estadio Azteca, por citar sólo algunos.

Los videos de las golpizas pululan en internet por decenas, siendo mudos testigos para los grandes medios de comunicación, que paradójicamente, una y mil veces reproducen al candidato del gran copete diciéndose tolerante y respetuoso de todas las expresiones, cuando en la práctica, golpeadores del PRI acallan cualquier voz que resulte incómoda para el retórico candidato.

De todo esto, Alemán apenas toca algunos puntos en sus opiniones, con grandes esfuerzos por opacar, minimizar el asunto o de plano, descalificar con patrañas a la contraparte. Otras cosas, ni siquiera las menciona.

Podríamos seguir analizando los argumentos y puntos de vista de este «periodista", sin embargo, la mayoría de ellos, huelen a "chayote", a pura corrupción periodística, y nula ética profesional.

No espero que hable bien de ninguna corriente política a la que critica, como tampoco, que lo haga mal de la otra a la que prácticamente idolatra.

Simplemente, sería muy bueno que hablara y analizara con imparcialidad el acontecer político del país, pero tengo los pies en la tierra: sé que esto, jamás sucederá.